
Ya hace algún tiempo que habíamos visto alguna unidades de la marca Brixton de diferentes ferias y eventos. La última vez en la casa de campo, con el COVID encima. Sobre todo nos llamaba la atención la Crossfire 500, por sus buenas críticas y por el diseño y buen acabado que mostraba. Entre pruebas, eventos y pandemia fue imposible probarla, pero finalmente ha llegado a nuestras manos la versión actualizada, la versión «X» que incorpora los ajuste para la normativa EURO5 y alguna variación más respecto al modelo «normal».
Como no hemos tenido ocasión de probar la anterior, no podemos comparar, así que nos vamos a centrar en esta Brixton Crossfire 500X.
Ya el nombre de la marca Brixton, escogido por el grupo austriaco KSR, nos invita a pensar en UK y en motos de estética inglesa con guiños retro, y la denominación «Crossfire 500X», nos llena la mente de muchas equis. Y así es, muy bien definida, la moto tiene un aspecto retro inglés con su pintura negra mate, sus llantas de radios, guardabarros cortos, largo y ancho asiento de costuras y tapa de depósito de metal con arandela y cerradura.
Tanto la cilindrada como la X se ven a primera vista en su llamativo y adornado depósito de 13,5 litros.

El diseño es europeo y la fabricación asiática, pero ni nadie dice donde se fabrican, todo el mundo pensaría que también en Europa Central, porque los acabados, materiales y detalles están a la altura de los mejores fabricantes.
La Crossfire 500X es una moto hecha para el público de carnet A2. Su motor bicilíndrico en línea de inyección electrónica, 486 cc, 47,5 CV y refrigeración líquida tiene un rendimiento bueno y eficiente. Aceleración progresiva y con cierta pegada a partir de las 6.000 rpm que nos deja satisfechos a los que imaginamos el uso de esta máquina en entornos urbanos e interurbanos, con rutas de fin de semana tanto por asfalto como por pistas de tierra. Entiéndanse pistas de tierra como pistas niveladas sin boquetes, barros o roderas, es decir, nada parecido al enduro. Y aún diría mas porque con su consumo de 4 litros a los 100 km, podemos superar la autonomía de 300 kms y no nos parece mala moto, por ejemplo, para viajar por zonas sin asfaltar pero bien pisteadas. Hay quién le ha puesto la etiqueta «scrambler» a esta Crossfire 500X… bueno, podría decirse, pero para nosotros no termina de corresponderse del todo, por la altura del chasis al suelo, escape y algún detalle más, pero está cerca, si.

La ergonomía de la Crossfire 500X nos parece más que notable y cómoda, postura natural y erguida, brazos estirados sobre un manillar de 815 mm de largo (algo incómodo en los atascos), espejos altos y firmes de buena visibilidad, y todo a mano en las piñas. En los estribos de buena calidad también podrás ver la «X» del modelo. La altura del asiento al suelo con 795 mm lo que conseguirá que casi todas las estaturas tengan un buen control y manejo de la moto en parado.
Una parte que nos ha parecido muy destacable de esta Brixton es la parte de la transmisión, el cambio y la respuesta del embrague, está todo a muy alto nivel. Nada de puntos muertos escondidos o marchas que que no terminan de entrar con una relación descompensada. Todo en su sitio.

El diseño y acabado es de lo que más destaca con iluminación LED total y buen haz de luz del faro delantero, llantas de radios en negro mate con neumáticos Pirelli MT60 para circular por pista, depósito de líquido de frenos translúcido, asiento plano y alargado, depósito y tapa, tapas en negro mate, depósito estampado y de forma polígonal, … Quizá es lo que más pueda definir a la moto, la atención a los detalles y acabados.
También contribuye a la atracción de la moto, el sonido de su escape 2-1 metálico que se ensancha en el final. Es algo así como bonito, redondo y presente a cualquier orden de marcha.. bien.
La instrumentación se presenta en una pequeña pantalla circular legible pero quizá en una posición demasiado plana y poco orientada hacia el piloto. En algún momento nos puede costar distinguir la forma del testigo y las condiciones son de mucha luz. Eso si, incorpora todo lo necesario, incluyendo reloj, un indicador de marcha engranada y un indicador de nivel de combustible, entre otros.

A pesar de una amortiguación en algún momento un poco firme (sobre todo en pista), podemos dejarnos llevar sobre ella diariamente, mecidos por unas prestaciones decentes. Llevamos una horquilla delantera KYB de 41mm de diámetro ajustable, y un mono-amortiguador trasero ajustable en precarga.
Para el sistema de frenos, la marca austriaca ha confiado en el reconocido fabricante nacional J.Juan, un disco delantero de 320 mm mordido por 2 pistones y un disco trasero de 240 mm de un pistón, junto con el ABS BOSCH, es todo lo que necesitarás para poder detener a la Crossfire 500X más que a tiempo. Además tanto la manera del embrague como la del freno delantero son ajustables. La eterna coletilla de «un disco delantero más aportaría más seguridad» es apropiada aquí, aunque recordemos el tipo de moto que tenemos entre manos (no hay denominación «R» por ninguna parte). En cuanto al ABS desconectable, pues también podría ser, pero tampoco es algo que vayamos a echar mucho de menos en esta moto por muy por pista que queramos ir.

En cuanto a las sensaciones de conducción, este bicilíndrico en paralelo no molesta con vibraciones y nos llevará de punta a punta de la ciudad placenteramente entre tercera y cuarta velocidad. Si te pones en marchas más altas con ánimo de ahorrar combustible, necesitarás bajar un par de marchas para que la Crossfire 500X te enseñe el colmillo.
Para salidas interurbanas o por autovía, el ritmo a 130 km/h no supone un problema y con un poco de apriete, podrás coger los 140 km/h en algún metro más, pero para alcanzar los 160 km/h de velocidad punta anunciados, tendrás que tener casi todos los factores a tu favor, porque el viento golpea, el acelerador hay que agarrarlo bien, y la amplitud del manillar hará que notas alguna ondulación que te pueda hacer reducir por pequeños defectos que encuentres en la carretera.
En las curvas, esta Brixton Crossfire 500X de 190 kg, se maneja muy bien, el chasis permite cambios de ángulo con mucha naturalidad y la moto es muy noble. La frenada tranquiliza y la respuesta del cambio también aporta buenas sensaciones que nos harán pedir un poco más.
En resumen, esperamos ver más unidades de Brixton Crossfire 500X por la calle porque la relación calidad precio (6.200 Euros) es notable. Que el potencial cliente la vea y la pruebe es uno de los requisitos para que la marca tenga el reconocimiento que a nosotros nos parece. A2seros… ¡a probarla! Y si queréis más detalles, aquí tenéis nuestro video que esta vez se oye muy bien aunque el plano no sea el mejor 🙂
Deja una respuesta