Con el lanzamiento del Jet 500, el primer casco construido en fibra de vidrio, Bell sentó las bases de uno de los mayores avances para la protección en moto. Sería a finales de los 60, en 1968, cuando desarrolló el primer integral del mundo. El Bell Star, que estrenó el piloto Dan Gurney en la Indianapolis 500 de ese mismo año, marcaría un hito en la seguridad de los motoristas. Precisamente de aquel modelo deriva el actual Bullitt, que llega perfeccionado en una nueva versión de fibra de carbono y que mantiene la estética clásica y café racer originaria.