
Hay varias características que animan antes de realizar la prueba dinámica de una moto, una es la potencia de la moto (cuanto más, más apetecible), otra es la estética (cuanto más llamativa, más atrae) y por última (aunque hay alguna más) está la originalidad, lo diferente que es el modelo a todo lo que hayas probado antes. Con la Triumph Speed Twin, las dos primeras eran un potente imán de atracción, y la tercera, aunque a priori no lo parecía, si que al final de la prueba se hizo otro punto a favor.
La fórmula de la Speed Twin es perfecta: estilo clásico, componentes de primera calidad y un cómodo triángulo de conducción. Así que, la prueba de esta Triumph no se hizo nada aburrida.
Nueva en 2019, la Speed Twin presentaba una versión revisada del bicilíndrico en paralelo de 1.200 cc de la Thruxton, con una potencia más alta desde bajas revoluciones, llegando a un pico de 100 CV a 7.250 rpm. Esto es, más de un 45% más que la Street Twin, y el par motor de 112 Nm a 4.250 rpm, un 40% más que el Street Twin.

La estética está muy muy cuidada. Nuestro modelo de prueba en color «Red Hopper» es una exquisita combinación entre el rojo del depósito, el negro de las tapas y otros componentes y el acero cepillado de los escapes tipo megáfono y la tapa de depósito. Nada hay que no debería estar de otra forma o color. Un ejercicio perfecto de combinación de estilo retro aplicando las nuevas tendencias y tecnologías. A nosotros nos llevaba mucho hacía el estilo Café Racer con la línea continua del manillar, depósito y asiento en paralelo con los dos ejes y los escapes. También hemos visto y nos gustó la opción Jet Black.
Los tubos de escape terminan debajo de los amortiguadores dobles, dando a la moto un aspecto simétrico desde ambos lados, mientras que su perfil se mantiene despejado y sin adornos.

No hay nada como una intensa ruta de curvas por la zona de Robledo, Navalagamella y Quijorna para sacudirse las telarañas cuando estamos a punto de entrar en la primavera. Además, el buen tiempo de este supuesto «invierno» y las inusuales altas temperaturas nos ofrecieron carreteras secas y en buen estado. Acompañando a un amigo en una Bonneville 900, conducí la Triumph a través de curvas amplias y rectas abiertas, disfrutando de su cómoda conducción y su potente motor. La suspensión es más blanda de lo que pensaba en un principio, y como resultado, la Triumph transmite una sensación de más agarre a la carretera, con las llantas de aluminio fundido de 17 pulgadas y nuevo diseño de 12 radios con neumáticos Metzeller Racetec RR que también aportan mayor seguridad sobre el asfalto.
Todo el tiempo que vamos por encima de 3.500 rpm, la moto transmite alegría y potencia y la rueda delantera siempre pasa por la trazada de la curva que queremos, haciendo que la moto se desplace con confianza. A nada que te guste la velocidad y tengas un poco de experiencia y pericia en conducción sport, te comerás los avisadores de los estribos, que, por cierto, los de esta unidad ya los habían limado los anteriores probadores.
La Speed Twin incorpora una horquilla invertida Marzocchi de 43 mm con un recorrido de la rueda de 120 mm, que se manejaba de maravilla en una conducción un poco más agresiva de lo normal y siempre dan sensación de firmeza haya lo que haya en el asfalto.

El plato combinado de frenos incluye pinzas radiales Brembo monobloque M50 de 4 pistones con doble disco de freno Brembo de 320 mm en el tren delantero; que junto con la pinza trasera flotante Nissin de 2 pistones y un disco de 220 mm, además del ABS de serie, ofrecen una potencia de frenado comparable a la de las roadsters más deportivas de Triumph, mientras que los amortiguadores dobles traseros ofrecen una precarga ajustable y una comodidad flexible en movimiento. Como en la mayoría de las motos actuales, el ABS es omnipresente y a veces intrusivo, pero el control de tracción desconectable es un punto positivo más.
La Speed Twin siempre parece tener potencia extra para darnos, se mueve cómodamente en el centro del arco de revoluciones con un gran par motor, puedes ponerla a subir en sexta, que en cuanto supera las 4.000 rpm se dispara sola. Está claro que no utilizamos el modo Rain, y entre los modos Road y Sport, nos quedamos con el Sport siempre, aunque nos reduzca la autonomía. Para cambiar el modo teníamos que embragar, soltando el acelerador sólo no bastaba, salvo que lo hagas en parado.

El embrague asistido hace que el accionamiento sea muy agradecido y la caja de cambios de seis velocidades es suave y está bien escalonada.
La posición de conducción es menos agresiva, claro está, que la Thruxton aunque comparte bastante cosas con esta, incluyendo el chasis, pero la conducción es mucho más cómoda. Los estribos y los ángulos del asiento (que ya al final de la prueba si nos hizo un poco más duro de la cuenta) hacen que la posición sea más erguida. La altura de asiento es de 809 mm siendo más estrecho en la zona cercana al depósito, su manillar cónico y una cómoda posición de las estriberas: 38 mm más adelantadas y 4 mm más abajo que en la Thruxton, proporcionan una posición de conducción más relajada.

Triumph ha logrado el compromiso perfecto entre estilo clásico en la Speed Twin, con sutiles detalles de tecnologías, incluyendo una toma de carga USB, luces LED con faro delantero DRL, y dos bonitos relojes con un montón de información situados justo encima, que incluyen hasta sistema de monitorización de la presión de los neumáticos (TPMS) y testigo de puños calefactables, si están instalados como accesorio.
El tapón del depósito que es muy bonito (todo hay que decirlo) abre un poco diferente, había que meter la llave hasta la mitad, girarla luego ya desenroscarlo. Y para cerrarlo igual, roscarlo y luego meter la llave sólo a la mitad para cerrarlo. No es incómodo, simplemente que al principio parece que la llave debería entrar más.
Digamos que la Speed Twin combina la deportiva Thruxton con una Bonneville clásica. Todo ellos con suspensiones y frenos premium, tecnología actual y muy buen gusto estético.
Su falta de protección contra el viento es un hecho, pero por lo demás cuenta con un impresionante equipamiento de serie, y un estilo super elegante.
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