
Ride Vision es un sistema de asistencia retroactivo que utiliza una cámara para vigilar el entorno y avisar al conductor, que puede instalarse en cualquier vehículo de dos ruedas.
Se compone de una cámara de gran angular que se monta en la parte delantera y trasera de la moto, una unidad de control y LEDs que se montan en los dos espejos retrovisores, que dan al piloto señales ópticas de advertencia en caso de peligro.
Como funciona
Una vez que la moto se empieza a mover, los LEDs montados sobre los retrovisores parpadean dos veces en amarillo, confirmando que el sistema, que puede adaptarse a las necesidades individuales a través de una aplicación de smartphone, está activo.
Cuando nos detenemos en un semáforo, no pasa nada, porque Ride Vision sólo avisa de la distancia insuficiente por delante a partir de 40 km/h, de lo contrario en el denso tráfico del centro de la ciudad estaría todo el rato iluminado.
En carretera uno de los retrovisores o los dos se iluminarán repentinamente en amarillo cuando algún vehículo esté cerca, y acto seguro le veremos aparecer en el espejo. Un destello amarillo en el espejo izquierdo que hay algo que no puedes ver en el espejo.

Cuando la distancia con el coche de delante es demasiado pequeña, el sistema también avisa con una luz LED roja continua desde una determinada distancia (ajustable).
Cuando algún vehículo se ponga delante nuestro porque no nos ha visto, o ignora la distancia de seguridad, los LEDs parpadearán en rojo frenéticamente: peligro de colisión.
El sistema de alerta hace lo que debe: avisar. Lo que quizás sea innecesario 1.000 veces porque el propio conductor también reconoce el peligro y reacciona. Pero tal vez no la 1.001ª vez. Porque el conductor está distraído, cansado o simplemente no presta atención. Y esta única vez puede marcar la diferencia decisiva entre un accidente y un no accidente.
Ride Vision también puede grabar los viajes con la ayuda de las cámaras, que pueden utilizarse como cámaras de grabación. A través de la aplicación, se pueden resumir y guardar datos de conducción como la distancia, la velocidad máxima alcanzada, el tipo y el número de avisos, etc. Sin embargo, los creadores de Ride Vision subrayan que los datos sólo se almacenan localmente en el smartphone del conductor. Sólo si el motorista lo desea, puede compartir también estos datos o películas.

Ride Vision cuesta unos 650 Euros en Alemania en el distribuidor Louis.de
Las actualizaciones posteriores del software deberían ser fáciles de instalar a través del smartphone. Ride Vision puede utilizarse en cualquier vehículo de dos ruedas, incluidos los de 125cc o los scooters, y también puede transferirse a la siguiente moto cuando la cambias, según prometen los desarrolladores del sistema.
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