
El sector de las motos trail es uno de los que más fuerza y aficionados está ganando durante los últimos años. La mejora en el rendimiento y comportamiento de este tipo de motos y su usabilidad en carretera y campo ha animado a las marcas a lanzar nuevos y renovados modelos en distintas cilindradas y con características, algunas muy diferenciadoras entre unos modelos y otros.
La F850GS que hemos probado, no es la «normal», la 40 Aniversario o «Bumblebee» se llama así por esa mezcla de colores amarillo y negro tipo avispa/abejorro, que además gana en el contraste con las tapas grises laterales y las llantas «oro anonizado» de radios (la delantera de 21″). Además, cuenta con control de tracción, suspensiones de ajuste electrónico (Dynamic ESA), dos modos de conducción (ROAD y RAIN) y dos opcionales DYNAMIC y ENDURO PRO, puños calefactables, ópticas LED, cambio semiautomático, sistema ABS Pro de BMW, puños calefactables, caballete central, maletas laterales y baúl trasero, encendido sin llave (keyless). Creo que queda algo más que podría incluir como los sensores de presión de los neumáticos, pero esta unidad tiene todo lo que uno puede desear para ponerse el mono, elegir acompañante y equipaje y lanzarse a la aventura.

La potencia máxima es de 95 CV a 8250 rpm y tiene un par de 92 Nm a 6250 rpm. También pensada para ser conducida con el carnet A2, la podemos limitar, reduciendo su potencia a 48 CV a 6500 rpm y 63 NM a 4500 rpm. El par motor de 92 Nm entregado a 6.500 rpm es en realidad la cifra más relevante en una moto como ésta y la flexibilidad y seguridad que aporta es brillante. Conduciendo en carretera en plan «touring», tiendes a cambiar en el momento de máximo par (6250 rpm), porque percibes que la sensación de aceleración empieza a desaparecer. Sin embargo, si la llevas cerca del corte o máximas rpm, sentirás una potencia extra muy agradecida, pero en condiciones normales, no te va a hacer falta.

El motor bicilíndrico en paralelo de esta BMW tuvo un importante rediseño en 2018. Aparte del aumento de capacidad, el mayor cambio fue abandonar el «pistón ficticio» de contrapeso que se utilizaba en el antiguo motor de 800, sustituyéndolo por ejes equilibradores dobles. Al mismo tiempo, BMW actualizó los sistemas de alimentación y encendido y el resultado es un motor que se revoluciona tan rápido que parece que los pistones están hechos de fibra de carbono de competición, y esto en la 850, cuando probemos la 1250 imagino que la sensación será de lo mejor que hayamos probado hasta la fecha, pero bueno, eso es otro capítulo.

La respuesta del acelerador es inmediata, con un aumento de las revoluciones y un par motor que llega rápidamente, pero todo muy controlado, sin ninguna sensación de peligro, encabritamiento de la moto, o momento de decir «para que esto se descontrola».
Respecto al cambio, teníamos instalado el rápido o semi-automático…¿gusta?, ¿no gusta?.. Bueno, nosotros somos de la vieja escuela, así que no sólo usamos el embrague para cambiar, sino para más cosas, así que en casi toda la prueba lo hicimos al estilo «clásico». Hay que destacar el buen funcionamiento del semi-automático cuando vamos altos de revoluciones, empiezas a apretar el acelerador y dar golpes a la palanca de cambio sin apretar maneta y llegar a ser adictivo, pero, si vas en bajas revoluciones, notas ciertos obstáculos o fricciones que te recuerdan que no es «automático», es «semi». Esto va por gustos, en la vieja escuela creo que no echaríamos de menos esta opción, pero hechos a ello, quizá ya no quieras otro que no sea semi.

Otro de los cambios para la F850 fue el reposicionamiento del depósito de combustible de debajo del asiento a una posición más convencional. La capacidad es de 23 litros, calculando un consumo medio de 4,2 litros, nos da una autonomía cercana a los 450 kms, no está nada mal. Puestos con toda la carga útil posible (que en esta moto es de 216kg), vamos a calcular que puedas hacer por lo menos 350 kms.
La BMW F 850 GS pesa con el depósito lleno y lista para salir, 229 kg, más la carga útil, los dos pasajeros y unos 50 kg de equipaje, te ponen rápido en la media tonelada, quizá no te sientas del todo seguro cuando la pongas sobre la pata de cabra, así que esta unidad con caballete central, nos deja más tranquilos, y puestos de viaje aventurero, nos puede dejar hacer alguna chapucilla que nos saque del paso en alguna ocasión.

Esta F850 GS tiene más de trail que de moto de carretera, aunque su comportamiento en ella sea muy bueno. El asiento tiene una altura al suelo de 875 mm (alto, ¿verdad?), la suspensión es suave y con el control Dynamic ESA, mejora a medida que aumentamos la velocidad. Esta suspensión modifica electrónicamente la precarga, la dureza del muelle y el rebote mediante una sencilla selección de modos preestablecidos. En el modo «Dynamic», en carreteras rápidas y llenas de baches, la GS está siempre bajo control y es muy fácil que el borde del neumático delantero y trasero se salga un poco sin que el piloto se dé cuenta. Al poner la suspensión en el modo «Road», si bien está bien en carreteras secundarias llenas de baches, hay un extraño movimiento como de vaivén a unos 110 km/h en autopistas, que desaparece en el modo «Dynamic». Lo que está claro es que en carreteras llenas de baches, no te darás cuenta ni de que están. Todo comodidad y suavidad.
La primera impresión sobre los frenos brembo que llevamos en la F850 GS 40 aniversario, es de que les falta una pizca de efectividad, sin dejar de ser notables. Te acostumbras rápido a frenar un poco antes y con más fuerza, seguramente tiene que ver el peso de la moto cargada con las maletas y que realmente no es una moto «pura» de carretera, y en pista las cosas van de otra manera. Y de todas formas, llevamos aquí el sistemas ABS Pro de BMW que es sensible al grado de inclinación. Creo que he probado pocos sistemas tan seguros e imagino que en situaciones de riesgo lo vamos a querer.

En cuanto a la ergonomía y comodidad, ningún reproche. El asiento parece cómodo y mullido para piloto y pasajero, y los estribos quedan en una posición cómoda, sin molestias. Siendo una moto con un público pensando en largos trayectos y mixtos de carretera y pista, seguro que en algún momento del viaje se nos empieza a hacer incómodo. Está claro que no es un sofá custom, tiene sus limitaciones que llegarán dependiendo de la forma física, cansancio y capacidad de conducción de cada uno, pero de primeras, sin ninguna pega.
La pantalla que nos protege del aire, tiene dos posiciones que se accionan manualmente e incluso en marcha, y resuelve, pero se queda corta si vamos a hacer muchos kilómetros a velocidades altas de crucero, porque el ruido del aire en el casco y las corrientes que se generan entre pantalla y piloto, no las evita.
El panel de instrumentos TFT de 6 pulgadas de BMW es un ejemplo en cuanto a claridad y diseño. Es fácil de leer, sencillo de usar, intuitivo y repleto de información. Dos vueltas que le des y ya lo usas como el mando de la tele de casa. Un botón de arriba/abajo y la rueda joystick colocada al lado del a piña izquierda con gran acierto llegarán a formar parte de tu mano.

Los puños calefactados de 3 posiciones, se escogen de forma cíclica del 1 al 3 de intensidad. El sistema de BMW hará que te de igual los guantes de invierno que lleves, baratos o caros, el sistema no te defraudará. De lo mejor.
Otro cambio del modelo es el tubo de escape (se puede poner akrapovic opcional). Se trasladó del lado izquierdo al derecho en la F850 porque la mayoría de la motores/as empuja su moto desde el lado izquierdo. Curioso, pero cierto.

En resumen, la F850 GS 40 Aniversario es una moto llamativa y muy buena. El motor es rápido y frenético, fácil y económico, sólo tienes que elegir cuando prefieres una cosa más que otra. El chasis va muy bien en carretera y hemos leído que también fuera de ella. Como ayudas y opciones electrónicas, tiene toda la tecnología de vanguardia, tantas opciones como puedas necesitar y por un valor razonable.
Tengo que dar la razón a uno de mis compañeros de fatigas que me comentó: «de esta moto no te caes ni llevándola en moto «PATÁN» con todas las ayudas a la conducción, control de tracción y su ABS-Pro». Al menos en carretera, el control del acelerador, la respuesta del motor y la capacidad del chasis de retorcerse de alguna forma, hacen que tengas que ser un piloto muy torpe para necesitar alguna de las ayudas. Es una de esas motos que simplemente hace las cosas fáciles. Puedes intentar pilotar de la forma más torpe que seas capaz para conseguir que las ayudas se enciendan y te salven de algún susto, pero nunca vas a estar ni siquiera cerca de asustarte. La moto es demasiado capaz por sí misma.
Aquí tenéis el video con más detalles y comentarios. Esperamos que os guste.
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