El casco Bell Bullitt es un ejercicio maestro en cuanto a seguridad y estética se refieren combinadas en un mismo producto. Desde luego, si andabas buscando un casco que mantuviese esa estética clásica sin comprometer de ningún momento tu integridad física, este es tu casco…

Un estilo de vida propio y una marcada estética retro/vintage, exige sin lugar a dudas un casco acorde a estos dos valores que por sí solos, se presuponen como una auténtica declaración de intenciones dentro del mundo café racer o scrambler.

Cuando la firma de cascos BELL comenzó a diseñar sus primeros modelos allá por el 54, no tenía ni idea de que 60 años después se convertirían en auténticos iconos del motociclismo ni mucho menos, que terminarían decorando las paredes de exposiciones de arte moderno como las del Museo de Arte Moderno (Moma) de Nueva York.

Durante algún tiempo, su adquisición se vio supeditada a la homologación DOT (válida solo en E.E.U.U), pero BELL supo adaptarse inteligentemente al mercado actual europeo y desde hace unos años, sus modelos ya cuentan con la homologación ECE.

Desde nuestro punto de vista, aunque el BELL BULLITT sea considerado como un auténtico icono en el mundo racer, no debería ser tomado como el “casco integral por excelencia de los vintage helmets», pues su aspecto de líneas ligeras y limpias junto a su amplio espacio dedicado a su pantalla frontal, se acerca más a la combinatoria de aspectos más cercanos a diseños “retro-futuros” que estrictamente clásicos. Aun así y con todo esto, se trata del modelo “más copiado” de los últimos tiempos, con auténticos y descarados plagios que lo único que han conseguido, es consolidar y engrandecer aún más este antiguo diseño de BELL en el tiempo.

La firma estadounidense BELL, se caracteriza por la fabricación de todos sus productos bajo unos estrictos controles de calidad y desde luego el BELL BULLITT no podía ser menos. Los materiales utilizados para su calota son absolutamente inmejorables (incluso al tacto), ofreciéndose en dos acabados que pueden adquirirse tanto en fibra de vidrio como en fibra de carbono (“el caro”), dotando al producto de una calidad casi inigualable por otros productos de competencia directa en el mercado.

Cuando uno es seguidor de la estética retro, lo es hasta el más mínimo detalle, y es en esto es en lo que debería estar pensando BELL a la hora de diseñar este modelo, pues el cuidado y el cariño que se han dedicado a sus formas, puede “respirarse” nada más meter la cabeza.

El tacto a cuero genuino, los respiradores de la parte frontal de malla, el esponjoso almohadillado de su interior de tejido antibacteriano, desmontable y lavable, el cierre de doble anilla de ajuste perfecto y su mentonera minimalista de perfil redondo, son solo algunas de sus características que difieren al BULLITT de resto de cascos retro.

Pero si cabe destacar algo, es una última cualidad que nos ha gustado por encima de todas las anteriores y que quizá, se trate de su característica más atractiva y envidiable por el resto de marcas…

Se trata de «su personalización». BELL a dotado al BULLITT de un sistemas muy cómodo y fácil de manipular, junto a un amplio catálogo para su personalización ya sea en sus ediciones normales, como en las múltiples clásicas y/o especiales posteriores. De este modo, el BULLITT supera todas las expectativas posibles con solo ofrecernos la posibilidad de cambiar el color, el acabado (cromado, mate, transparente) e incluso la forma (plana o burbuja) de su pantalla exterior, haciendo casi únicas cada una de sus unidades disponibles en los mercados.

En definitiva, la firma estadounidense puede estar muy orgullosa de haber creado un mito dentro de los cascos de competición y desde luego por parte de Gasógeno98, recomendaríamos este casco como un “Sine qua non” de accesorios dentro del vestidor de cualquier «caferacero» que busque algo auténtico para completar su look.

¿Tienes sitio para el casco «más bonito» del mercado retro?

Si quieres saber más, puedes pinchar aquí: https://www.bellhelmets.com/en_eu/catalogsearch/result/?q=bullitt