
El Museo Autoworld de Bruselas, que alberga una de las mayores y más prestigiosas colecciones del mundo sobre la historia del motor, celebra el 75 aniversario de Vespa: hasta el 15 de agosto, los visitantes del suntuoso Palais Mondial de la ciudad tendrán la oportunidad de admirar 75 modelos del vehículo de dos ruedas más conocido y querido del mundo.
En un país con más de 5.000 vespistas inscritos en unos sesenta Vespa Clubes oficiales, la exposición ha sido creada para rendir homenaje a los valores más arraigados de la Vespa, un scooter que ha superado con creces su función de medio de transporte inteligente y sencillo para convertirse en una marca global, un símbolo de la tecnología y el estilo italiano seguido por millones de devotos. Por este motivo, además de las Vespa de dos ruedas producidas en Pontedera, la exposición presenta los raros modelos fabricados en determinadas épocas en otros países europeos: en la fábrica MISA de Jette, en Bélgica, y en Francia, Alemania, Gran Bretaña y España. También se exponen scooters Vespa con sidecar y varios triciclos Ape, así como la última Vespa 946, la Vespa Elettrica y la edición especial Vespa 75, el modelo sacado a la luz para celebrar este importante hito.

Vespa nació del deseo de crear un producto innovador para la movilidad individual. Primero se construyó un «scooter» siguiendo el modelo de las pequeñas motocicletas para paracaidistas y luego un prototipo que revolucionó el concepto que hasta entonces había dominado el esquema clásico de las motocicletas. Se creó un vehículo con carrocería portante, de tracción directa, con el cambio de marchas en el manillar. La clásica horquilla delantera desapareció en favor de un basculante de un solo lado que facilitaba el cambio de neumáticos y, sobre todo, desapareció el bastidor, sustituido por una carrocería portante capaz de proteger al piloto y a su ropa de la suciedad. La fecha de presentación de la patente del diseño de Vespa es el 23 de abril de 1946. Desde su primera aparición -en un país en el que había que reconstruirlo todo pero, en parte, lleno de ideas, creatividad y esperanza- Vespa representaba la alegría de vivir y la carrera hacia el futuro y por eso pronto se convirtió en un icono de libertad y emancipación para los chicos y chicas de todo el mundo. Esta riqueza de valores de Vespa fue acompañada a lo largo de los años por un estilo y una tecnología siempre a la vanguardia en las distintas décadas de su vida.

Tras los años de renacimiento, Vespa siguió reforzando su estatus de leyenda, fortificando su identidad a través de las décadas de prosperidad económica y la renovación generacional de los años sesenta. Mientras se extendían los coches y la motorización masiva, Vespa ofrecía la salvación del tráfico, con las versiones de menor cilindrada que atendían al mundo de la juventud que, precisamente en esos años, ganaba su espacio en la sociedad. Y cuando, en los años 70, llegaron los signos de una creciente conciencia ecológica, Vespa fue el antídoto contra la contaminación de las ciudades, capaz de sortear el tráfico y encontrar aparcamiento. En las distintas épocas que ha conocido, Vespa siempre ha representado la vanguardia de la tecnología. Caracterizada por un concepto de carrocería avanzada, que todavía hoy se construye en acero, marcó la evolución de la movilidad individual. Hoy en día, los últimos vehículos Vespa, equipados con motores ecológicos y soluciones técnicas de apoyo a la conducción moderna, representan el estilo síntesis de una evolución que ha hecho inmortal el diseño de Vespa, asegurando que sea un icono de la elegancia italiana en todo el mundo.
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