
Hacía ya un tiempo, casi un año, que nos habíamos prometido que este año no fallaríamos en el Wheels & Waves. Soñado como la experiencia «café racer» más prometedora, allí acudimos con todas las ilusiones imaginables, deseando que se cumplieran todas las expectativas.
Cierto es que por temas de agenda y deberes profesionales, no pudimos estar allí el miércoles, día de celebración de la Punk’s Peak, uno de las actividades top del evento que se celebra en Hondarribia. Esta competición que se realiza en duelos durante una recta de unos 400 metros, es una de las que más público congrega por su espíritu y espectacularidad…queda pendiente nuestra presencia y relato para el próximo año.

La primera tanda del grupo llegamos a Biarritz el jueves 13 de junio por la tarde. Desde Madrid el viaje se hizo muy llevadero hasta que nos acercamos a San Sebastián, donde se nos puso a jarrear, en un intento por reducir nuestras expectativas de diversión en el evento, pero bueno, nada que no se pueda solucionar con un buen chubasquero.
El día siguiente, y tras establecer la sede en una casa alquilada cerca del centro nos dirigimos a la Cite de L’Ocean para recoger nuestros abonos.

Lo primero que nos llamó la atención es la presencia mínima de motos «off the shelf», es decir, de las que ves en el concesionario al lado de tu casa. Nuestra percepción es que el 90 y pico % de las motos presentes en el evento están personalizadas. Es como una exhibición pública y gratuita de todas las posibles versiones que se pueden realizar con varios modelos de motos, entre ellas, las Royal Enfield, Harley Davidson, BMW Ninet, Triumph Bonneville, BMW R… una sucesión interminable de «hago lo que me apetece con mi moto y la saco a pasear».
En la entrada al recinto largas filas de motos con logos de los más y menos conocidos constructores del panorama europeo. Realmente, podrías pasarte todas las mañanas de la duración del festival viendo diferentes versiones inimaginables de motos sin aburrirte lo más mínimo.

Una vez dentro del festival, el recinto no puede estar escogido más a propósito, un espacio bastante grande de terreno que acaba en el paseo marítimo y como fondo el mar. Además de estar rodeado de un paisaje envidiable por su belleza y su situación.
Según entramos, junto a un precioso Camaro, vemos el gran half pipe para las exhibiciones y cursos de skate «Hit the Deck», y bajando hacia el mar una sucesión de puestos (unos 70 creo que llegamos a contar) de todo tipo de accesorios de estética vintage y café racer… cazadoras, camisas, cascos, botas, accesorios, anillos, junto a las más recientes y punteras personalizaciones de motos de varios constructores venidos de distintos puntos de Europa. También coches personalizados, y la parte de Surf, que engloba todo lo anterior y puestos de artesanos de tablas de surf. Y al final del todo un escenario para ver algunas de las actuaciones musicales con el mar como fondo.
Entre los puestos de ropa y accesorios estaba la marca nacional By City, con una pequeña representación de la gama de cazadoras, camisetas, cascos, etc y por supuesto Deus Ex Machina.
Pasado este y fuera del recinto está la bonita playa Milady donde se realizaron las exhibiciones de surfistas y artesanos de tablas «Log Invitational».

Además, a unos pasos de la entrada había otro escenario. La parte de arte urbano «Art Ride» con varios contenedores hechos «galerías de arte» con un enorme mural del conocido artista de «pop-art» Dean Stockton (alias D*Face); otro espacio llamado «Backyard» con expositores de constructores que se inauguraba este año a modo de competición, otro stand grande del patrocinador Indian Motorcycles y el gigante cilindro de madera para los locos del circo motero «Wall of Death».
El festival se puede ver en una mañana, o eso es lo que parece, pero si se quiere ver realmente bien, hay que ir poco a poco, pasando por cada expositor y estar al tanto de todas las actividades.
Algunas marcas como Honda, BMW, Royal Enfield, Husqvarna, Triumph y Moto Guzzi estaban presentes con algunas de las personalizaciones de sus motos que hemos ido viendo por distintos eventos nacionales e internacionales, pero también con alguna novedad como la BMW Concept R18.
Nosotros fuimos por la parte de los constructores y la estética café, por lo que la parte del concurso de Surf y Skate la vimos a ratos, pero si te gustan estas actividades, todo está orientado a que sea participativo e integrador, por lo que puedes hacer contactos interesantes y mantener muy buenas conversaciones.

Estuvimos en el Deus Swank Rally, la parte de enduro, que se celebra en un circuito a unos 20 minutos en moto del recinto. Eso fue el viernes. Allí los aficionados a las motos de esta disciplina disfrutan de un circuito preparado especialmente con varios saltos, curvas peraltadas, etc. No perdérselo porque aunque la mayoría de los participantes son amateur, hay pilotos bastantes experimentados haciendo de las suyas.
El sábado se celebró el espectáculo de Flat Track llamado «El Rollo»… nos lo perdimos. ¿Porqué?… principalmente por pereza, la actividad se desarrolla en San Sebastián y aunque no está del todo lejos, ya hay que echarle un rato y en lugar de eso, decidimos hacer ruta por las preciosas carreteras que bordean la costa por Hendaya, San Juan de Luz, Hondarribia, etc….sencillamente impresionantes, una experiencia brutal en plan paisaje-ruta-moto.

Algún concierto vimos de bandas locales rockeras con bastante ritmo mientas nos tomábamos unas cervezas y hablamos con varios amigos del mundillo que nos encontramos por allí, esto también forma parte del festival y es de los mejores ratos que pasarás si te decides a ir en 2020.
Consejos de nuestra experiencia:
- reservar desde el martes hasta el lunes siguiente, así podrás disfrutar de los viradas y preciosas rutas que te pueden conducir a Biarritz desde donde quiera que viajes. Además al final, entre pitos y flautas, echas un día en llegar e instalarte (por lo menos desde Madrid).
- lleva ropa de lluvia. A nosotros sólo nos llovió el día que llegamos, pero a ratos lloviznaba.
- El festival hay que verlo despacio y por lo menos un par de días, porque, como en otros eventos, las motos expuestas van y vienen. Hay un montón de expositores con ropa, accesorios, etc por lo que si te vas allí con precios mirados, puedes hacer buenas compras.
- Ahorra para los desayunos… a nosotros nos costaron una media de 5-6 euros 🙂
- Las motos aparcadas alrededor del festival son un espectáculo, no te las pierdas. Sobre todo el sábado que es el día de mayor afluencia y hay muchísimas.
- Hazte la ruta por la carretera de la costa: Hendaya, Hondarribia, San Juan de Luz… el paisaje es de lo mejor.
- No te pierdas bajar al centro de Biarritz y tomarte una cerveza frente al mar viendo la puesta de sol…..decir impresionante se quedaría corto.

Como nos ha gustado la experiencia y nos ha quedado pendiente el Punk’s Peak y El Rollo, nosotros volveremos el año que viene, así que os iremos informando.
Y como no, el video que hemos montado, que seguro que os pone los dientes largos y os da una visión más rápida y menos rollete que el texto.
¡Nos vemos en el Wheels & Waves 2020!
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